Rabietas.
Los niños pueden tener conductas no deseadas en algunos momentos, pero cuando un niño presenta conductas desafiantes, peleas constantes, se enfadan o pierden los estribos, molestan de forma deliberada, culpan a los demás por sus errores, rompen las reglas deliberadamente o son agresivos son señales de un posible problema de conducta que se debe tratar con un profesional.
La terapia con estos niños también incluye trabajo con los padres, a estos se les dan herramientas para poder gestionar las emociones y reacciones de sus hijos y así poder dotar de un ambiente estructurado y con límites fijos al niño. Por otra parte, el trabajo con el niño se basa en comprender de donde viene esta agresión y ayudarle a gestionar sus emociones de una forma adaptativa y que aprenda a tolerar la frustración, de esta forma el niño tendrá mejores formas de reaccionar en todas las situaciones y esto mejorará sus relaciones en casa y en el colegio, así como su autoconcepto y autoestima.
Miedos y ansiedad.
Los miedos en los niños son normales y algunos son esperados dependiendo la edad, sin embargo hay niños que tienen más problemas en superar ciertos miedos o que presentan miedo a otras cosas y no saben cómo afrontarlo, esto puede llevar a un aumento de ansiedad, necesidad de mantenerse cerca de sus padres, evitar a toda costa enfrentarse a aquello que le produce miedo e incluso puede provocar un retrocesos en funciones que ya se habían ganado, como hacerse pis en la cama o no poder dormir con la luz apagada.
Para poder hacer frente a estos miedos se dota a los padres de herramientas para poder acompañar al niño y ayudarle a gestionar la ansiedad que esto produce, también se enseña al niño a poder identificar sus propias reacciones frente al miedo y se le dota de herramientas para lograr una desactivación fisiológica, así como un mejor manejo de la ansiedad.
Depresión.
Los síntomas de la depresión pueden variar según la edad y etapa de desarrollo en la que se encuentra el niño sin embargo de forma general se puede pensar que un niño está presentando problemas emocionales cuando presenta un estado de ánimo triste persistente, no tiene interés por actividades placenteras o sociales, presencia de problemas de conducta, irritabilidad, problemas de sueño, cambios en el apetito, entre otros.
Cuando detectamos este tipo de síntomas en los niños es importante acudir a un profesional, en terapia se buscará encontrar la causa y los efectos de los problemas emocionales que presenta el niño y se le ayudará a identificar mejor las emociones y los pensamientos que están asociado a ellas, los padres tienen un valor importante en esta terapia ya que a ellos también se les enseñan herramientas para ayudar a su hijo a identificar y gestionar emociones y pensamientos, y a recuperar actividades agradables y un buen funcionamiento escolar e interpersonal.