Título del artículo 1

“¿Es que ella siempre tiene que saberlo todo?”, “él no presta atención cuando le hablo”…seguro que reconoces haber dicho alguna de estas frases sobre el SEXO OPUESTO. Descubre las diferencias en comunicación entre hombres y mujeres.
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«¿Es que ella siempre tiene que saberlo todo?”, “él no presta atención cuando le hablo”…seguro que reconoces haber dicho alguna de estas frases sobre el SEXO OPUESTO. Mujeres y hombres tenemos diferentes estilos de comunicación, lo que puede hacer que a ratos nos “desquicie” el denominado sexo opuesto.

¿Alguna vez tu novia, mujer, hermana, etc, te ha preguntado insistentemente miles de detalles sobre tu cena con los amigos? O quizás, ¿se ha interesado demasiado en cómo ha ido tu día cuando realmente no tienes nada que contar porque no ha pasado nada?….tranquilo no te está interrogando, y aunque te resulte agobiante, es la forma que tienen las mujeres de mostrar confianza e interés, una mujer pensará: “si no le pregunto, él pensará que a mí no me interesa”.

Por el contrario, ¿has sentido que a tu novio, marido, etc, no le importa en absoluto ese viaje tan especial que llevabas tiempo planeando? O ¿qué tal ha ido esa reunión familiar tan importante? O incluso que te pregunta, pero no se interesa más en preguntar y conocer a fondo la situación….tranquila no pasa de ti, y aunque resulte frustrante, es la forma que tienen los hombres de mostrar respeto ante la intimidad del otro, un hombre pensará: “si ella quiere decirme algo, me lo dirá sin que se lo pregunte”.

Durante la conversación observamos más diferencias, en primer lugar esas señales que las mujeres usarán para simplemente demostrar que están escuchando (“mmm-hum”), los hombres las interpretaran como señales de acuerdo. Más tarde, cuando la mujer dé una opinión en contra de lo expuesto por el hombre, este podrá sentirse confundido, incluso traicionado cuando descubra que ella no estaba de acuerdo con él en absoluto. Así mismo, los hombres suelen interrumpir más en las conversaciones, sin embargo, las mujeres tienden a esperar a que termine el interlocutor, y se muestran más afligidas cuando sienten que no se las está escuchando al estarlas interrumpiendo.

Ya hemos determinado que las mujeres y los hombres en términos de comunicación son de Marte y de Venus; pero ¿estamos condenados a no entendernos? Es importante que se pase de lo que llamamos una información no específica (“no me quiere”), a un lenguaje operativo que se pueda llevar a cabo (“que me acaricie cuando llegue de trabajar”), ya que los conceptos que barajamos cada uno sobre conceptos abstractos como querer, atender, preocuparse son individuales y pueden significar cosas diferentes para cada uno (Beck, 2011).

Y si aún así la comunicación resulta complicada, consulta con profesionales de la psicología, los cuales podrán ayudaros a desarrollar esas habilidades de comunicación para finalmente, entendernos aunque hablemos “distinto idioma”.